Certificación de Gestión Responsable de Pesquerías (RFM, Responsible Fisheries Management)
NSF cumple con los estándares RFM para productos pesqueros obtenidos en el medio silvestre
Todas las fuentes de productos marinos obtenidos en el medio silvestre, desde embarcaciones pesqueras y procesadores hasta distribuidores, vendedores minoristas y restaurantes, enfrentan el desafío del mercado de demostrar que los productos se obtienen de manera sustentable de pesquerías gestionadas responsablemente que conservan las poblaciones de peces y los ecosistemas. También desean cumplir con los estándares de la cadena de custodia en relación con la integridad y la calidad de las especies. A través de NSF, la certificación de Gestión responsable de pesquerías (RFM) ofrece dos estándares reconocidos:
- Un estándar para pesquerías sostenibles
- Un estándar de cadena de custodia (CoC) que garantiza la trazabilidad de la integridad de los productos pesqueros (con pruebas de ADN) en toda la cadena de suministro.
Certificación para cada organización de productos marinos críticos
La certificación RFM ayuda a compradores y consumidores a identificar a los productores pesqueros sustentables por medio de una licencia de logotipo gratuita para mostrarle a los consumidores:
- Pesquerías
- Embarcaciones de pesca, manipuladores, procesadores y empaquetadores (incluidos enlatadores)
- Vendedores mayoristas, distribuidores, vendedores minoristas y operadores de servicios de comidas
Puntos de referencia de RFM, acreditación y prácticas
Los estándares RFM se adhieren a los siguientes criterios:
- La Iniciativa global de productos marinos sustentables (GSSI, Global Sustainable Seafood Initiative) y su Herramienta de puntos de referencia global para programas de certificación de productos marinos.
- Un modelo basado directamente en los criterios de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
- Acreditación internacional según el código de la Organización Internacional de Normalización (ISO 17065).
La RFM es conocida por las siguientes prácticas:
- Compromiso y colaboración con partes interesadas en el ecosistema, la industria pesquera y los lugares geográficos afectados.
- Inclusión de las siguientes especies: salmón de Alaska, abadejo, bacalao, bacalao negro, pez plano, pez roca, fletán negro, cangrejo y caballa de Atka.
- Evaluación transparente y apelaciones imparciales
¿Su próximo paso?
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